Historia Familiar

De estas tierras procedemos nosotros, de una familia de zapateros y de un fuerte arraigo  familiar que fue configurando un ethos exclusivo y en armonía con el contexto local, labrador, y con la propia naturaleza que nos rodea.

Un hombre que va más allá de la familia nuclear y que da una estructura propia al grupo de parentesco, que aparece representado por el nombre de la casa, Chiquitín.

Nuestro símbolo, basado en un antiguo yunque de zapatero.

Yunque-zapatero simboloCHIQUITIN

Chiquitín Melide

En este contexto se alza Chiquitín Melide, como reconocimiento de nuestra familia y del nombre que ha dado pie a nuestra fundación. Con una mezcla entre tradición y modernidad, cuenta en su planta baja con una exposición etnográfica sobre el hacer de nuestros antepasados en el trabajo de zapatero y, además, se añade una exposición sobre los artesanos que propiciaron el levantamiento y esplendor de la villa: zoqueros, canteros…

Con dieciséis habitaciones, perfectamente acondicionadas en la actualidad: baño, televisión, calefacción…, y con una terraza de 100 metros cuadrados, donde se pueden contemplar unas hermosas vistas del espacio agrario y natural que nos rodea.

Además, cuenta con un bodegón y un mesón-restaurante con capacidad para cincuenta personas, en los que podremos degustar los embutidos más suculentos de la comarca y los llegados de otras tierras gallegas y peninsulares; las carnes características de la comarca: el cerdo, el cordero y la ternera; los pescados y mariscos que nos proporcionan los marineros gallegos, prestando especial atención al gran manjar que supone el pulpo; el caldo gallego y el cocido característico en nuestro entorno. Unos manjares, muchos de ellos cocinados a base de productos locales, de nuestros vecinos labradores y otros llegados de otras tierras de gran nombre. En este recorrido gastronómico de la oferta de la casa, juegan un papel predominante los postres, entre los que hay que destacas los ricos, melindres y almendrados característicos de la comarca y los postres caseros en los que juega un papel principal el propio bizcocho que lleva el nombre de la casa, Chiquitín.

Otro apartado en el que hay que hacer relevancia es el de los vinos gallegos de todas las denominaciones (Rías Baixas, Ribeiro, Ribeira Sacra, Valdeorras y Monterrey), y los vinos peninsulares procedentes de las denominaciones de origen Rioja y Ribera del Duero. En definitiva, una amplia oferta gastronómica que conjuga la cocina casera con la más vanguardista, hecha a base de mimo, lentamente, fruto de lo que nos enseñaron nuestras madres.